El dragón solitario
Moor
Erase
una vez una niña llamada Mila. Esa niña era bellísima y muy lista, pero un día
cuando ella era pequeña sus padres no podían pagar todo, la llevaron a un
orfanato. Ella no sabía dónde estaba, pero sabía seguro que de mayor quería ser
investigadora.
Mila se fue haciendo mayor cuando tenía 18 años ya empezó a
estudiar, cuando tenía 20 años ya empezó a trabajar de lo que ella quería
“investigadora”. Entonces su jefe le dijo que en un orfanato había cosas muy
raras. Le dijo el nombre y justo era el mismo donde ella había estado de
pequeña. Ella confesó que cuando estuvo en ese sitio por las noches oía cosas
extrañas: olía a comida quemada, parecía que tiraban y rompían cosas… Cuando
fue a investigar al orfanato encontró un montón de pistas y un día por la noche
encontró unos dragones, cuatro en concreto: Filip, John, Tom, Timmy.
El dragón
más tímido era Timmy, ahí le llamaban el Dragón Solitario porque nunca juagaba
ni hablaba con él. Mila se propuso cuidarlo, entonces se lo llevó: le cuidó, le
mimó hasta le tejía jerséis. Pero un día la descubrieron y ella se tuvo que ir
del pueblo donde vivía. Al fin y al cabo Timmy encontró una tarde caminando por
un callejón a una dragona que se llamaba Púrpura. Timmy y Púrpura se enamoraron
al instante, por eso Mila se llevó a los dos y cuidándolos, cuidándolos se
hicieron grandes y preciosos. Desde ese momento fueron felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario